Para determinar el tipo de fuente y cantidad requerida por hectárea a nivel especifico de cada una de las fincas de los productores, es necesario realizar un análisis químico de suelo y así determinar de manera certera la magnitud de los problemas de acidez en ellas, sin embargo, diferentes estudios efectuados en la zona han determinado que la recomendación es aplicar 0,5 a 1,0 ton/ha de carbonato de calcio o bien, 0,5 a 0,75 ton/ha de cal dolomita, con una frecuencia anual entre aplicaciones. La aplicación en siembras puede ser al voleo durante la preparación del terreno (antes del afinado para que la rastra realice la incorporación) o bien, posteriormente a la siembra sobre la banda de crecimiento de las plantas; en el caso de las socas, la recomendación es realizarla posterior a la cosecha sobre el surco de caña.