Floración y maduración de la caña de azúcar:

Es un proceso natural fisiológico de las plantas  con el objetivo, de que la especie se perdure en el tiempo, para ello es necesario la presencia e influencia de factores intrínsecos de la planta, como es el caso de la edad de la planta, el fotoperiodo, la intensidad lumínica, la temperatura, la humedad, latitud y longitud.  La floración es deseable por muchos en especial los genetistas, y no deseadas por otros, ya que su presencia implica un consumo de energía y de nutrientes del cultivo en perjuicio del rendimiento agroindustrial.  Al respecto  Chavez (2017), comenta que,  “Los efectos y consecuencias en el ámbito comercial se consideran negativos, en razón de que la producción agrícola se ve afectada, y limitada al dejar la planta de crecer, y perder con ello tonelaje potencial; también ocurre, una afectación en la calidad de la materia prima, al aumentar el contenido de fibra en los entrenudos superiores, darse la formación de médula (corcho), y disminuir la concentración de sacarosa en los tallos, consecuentemente, en el azúcar recuperado en fábrica”.  En nuestro medio, son común las primeras apariciones de la flor, a partir del mes octubre, noviembre, y diciembre sin embargo los investigadores concuerdan que la iniciación floral se dispone en el mes de agosto.