En condiciones de invernadero se realizaron varios experimentos, para los cuáles se utilizaron cajas plásticas como unidades experimentales de 70 cm de largo, 36 cm de ancho y 25 cm de alto para un área de 0,2552 m2. En dichas cajas se sembró un total de 20 semillas de la maleza Rottboellia cochinchinensis por cada unidad experimental y el diseño experimental comúnmente usado fue irrestricto al azar con 3 repeticiones. Utilizando los órdenes de suelo: Inceptisol, Mollisol, Vertisol y Ultisol y los herbicidas preemergentes de baja carga química: Indaziflan, Merlin Total y Mayoral los cuales fueron aplicados cada orden de suelo para valorar su accionar y residualidad.

Para lograr realmente la eficiencia en la aplicación de los herbicidas, se debe procurar reducir las dosis, la frecuencia de las aplicaciones, los costos y los indeseables daños por fitotoxicidad al cultivo. Para lograr estas acciones es imprescindible implementar diversas técnicas de aplicación probadas y adaptadas a las particularidades del cultivo y de las malezas presentes, que permitan la mayor cobertura posible y con ello la dosis correcta del o los herbicidas a aplicar.

Las malezas compiten con los cultivos por luz, agua y nutrientes y en algunos casos son hospederas de plagas y enfermedades que eventualmente atacan al cultivo cercano, provocando disminuciones importantes en los rendimientos de campo, por lo que el combate de las malezas debe ser una de las actividades prioritarias dentro del manejo del cultivo. Sin embargo el mayor perjuicio de las malezas al cultivo ocurre en un periodo determinado de tiempo, lo que se haga en el control antes o después de dicho periodo, carece de importancia económica.

La aplicación de madurantes en el cultivo de la caña de azúcar es una práctica tradicional en el manejo del cultivo y muy particular cuando imperan condiciones adversas, como el clima o cuando se dispone de caña inmadura para iniciar zafra.